Por Virginia Mora
Goldman Sachs acaba de dar a conocer su ‘localizador de oportunidades entre los activos globales’ y sigue siendo pro-riesgo. Los estrategas de la entidad aconsejan a los inversores comprar bolsa y materias primas, y alejarse de los bonos. Para 2022 auguraban que los rendimientos de los activos de riesgo «se aplanarían y que los rendimientos ajustados al riesgo fuesen menores», pero ahora con la elevada inflación y el giro de los bancos centrales «los vientos en contra para la mayoría de los activos, especialmente los de mayor duración, han aumentado». De ahí sus recomendaciones.
¿POR QUÉ COMPRAR MATERIAS PRIMAS?
Por otro lado, desde Goldman siguen sobreponderando las materias primas pese al fuerte repunte de las rentabilidades. «Las materias primas han superado a la renta variable a lo largo del año, lideradas por el petróleo», destacan estos estrategas, que remarcan que «en periodos de inflación elevada y creciente y de endurecimiento de la política monetaria, las materias primas tienden a desvincularse de los activos tradicionales, especialmente de los de mayor duración, lo que las convierte en valiosos diversificadores para las carteras equilibradas en estos momentos».
Y es que, defienden los estrategas del banco, las materias primas «se han visto favorecidas por unos déficits que han superado las expectativas y que han provocado una fuerte reducción de las existencias, muy por debajo de los niveles anteriores al Covid-19». Su pronóstico es que el petróleo Brent siga subiendo hasta los 105 dólares/barril este año, ya que «los inventarios de petróleo y la capacidad sobrante son bajos, la demanda es sólida y la reunión de la OPEP+ ha descartado un aumento más rápido de la producción».
Además, creen que un acuerdo con Irán «representaría un riesgo a la baja de hasta 7 $/bbl». Por otro lado, auguran una posible «ruptura del cobre» y mantienen un objetivo de precio de 12.000 $/t en un horizonte de 12 meses, y siguen siendo «alcistas en cuanto al oro«, con un objetivo a 12 meses de 2150 $/toz, especialmente porque «tiende a funcionar bien durante los periodos de endurecimiento de la Fed y de caída del ISM».
HUYA DE LOS BONOS
Por último, desde Goldman siguen recomendando ‘infraponderar’ los bonos. Estos estrategas han mejorado sus previsiones de la curva de rendimiento en todas las regiones, pero siguen siendo «relativamente planas», y «el incentivo para subir la curva de duración en la renta fija es mucho menor». Reconocen que es cierto que los bonos «ofrecen un mejor colchón para el ‘risk off'», pero también apuntan que «las correlaciones entre la renta variable y los bonos son más positivas y el potencial de rentabilidad real sigue siendo escaso a medio plazo».
«Es probable que el impulso macro, con un fuerte aumento de la inflación y un rápido endurecimiento de los mercados laborales, mantenga la presión al alza sobre los rendimientos de los bonos. Nuestras previsiones de rentabilidad a 10 años para el año 2022 son del 2,25% en EEUU, del 0,5% en Alemania y del 1,7% en el Reino Unido», comentan los analistas de Goldman. Esto refleja las «perspectivas de un inicio más temprano y más pronunciado de los ciclos de subidas en los bancos centrales de los mercados desarrollados».
Y concluyen diciendo que es probable que «la mayor parte de la subida de los rendimientos a más largo plazo esté impulsada por los rendimientos reales, ya que se espera que la inflación implícita se mantenga en un rango durante el resto del año».